Sunday, September 30, 2007

el destino...

Yendo de la periferia hacia el centro, sabiendo que en todo ir hay un regreso, insisto en lo inesperado, en lo fortuito de mis deseos. ¿Ha de ser así el azar, un cálculo que nos guía?
Norberto.

Friday, June 29, 2007

Este mundo de hoy...

Esta es una radiografía de este mundo, muestra una de sus tantas aristas que todos por omisión, ignorancia, comodidad, ventaja, etc. dejamos ser. El giro al mundo de ultra derecha hace rato se dio y parece que a la mayoría nos queda bien; el silencio y el confort es la realidad de hoy... Baratitos salimos.

Sheriff (sherif.mp3)
by Redondos
album: Momo sampler (2000)

Sheriff! Sheriff!
Que limpio el Templo está!
Sheriff! Sheriff!
si Alí Baba se vá
Sheriff! Sheriff!
todo en su siti así!
Son tres tiros a un peso
y la guita es miel...
Sos como un fuego en un cañaveral
(un Kamikase que ameniza la función...)
Tarde en la noche...Plaza Constitución
hay sangre rancia de Tramontina tajeador.
Sheriff! Sheriff!
Tapales la nariz!
Sheriff! Sheriff!
con bolitos de tissue
Sheriff! Sheriff!
ladrá! ladrá y morde!
No permitas que pise mierda en mi jardín.
No tienen norte, no tienen salvación
hacé el trabajo y redimilos, por favor
Que se mejoren allá ne la eternidad...
(partíles el buñuelo y quitá mi pena así)
Sheriff! Sheriff!
Mi sheriff gigola!
Sheriff! Sheriff!
meté bala, por favor!
Sheriff! Sheriff!
con tu gracia criminal
empezá ya la puta cosa y sé feroz...
Es un rebaño de rehenes tu porción
con un infierno en cada esquina y sin control.
Te quiero frio, despiadado y fatal
pasamontañas con buen hocico rastreador...
Afilando tu guadaña me esperás
con tu chivo taquero ves y rezongás
Algín día será ésta vida hermosa
y me someto por esa a tu voluntad.
Sheriff! Sheriff!

Rock para los dientes (Redondos)



Todo un Palo (Redondos)



Norberto.

Wednesday, June 13, 2007

La belleza de lo horrible

A menudo vemos un acto que nos indigna, una mala acción, doblamos la esquina y vivimos las miserias humanas, la indiferencia, el odio la desidia. Pero hay cierta belleza en la crueldad, que mantiene viva la llama de la vida.

Norberto.

Friday, May 04, 2007

¡La miseria de todos los días!

Una mañana de tantas, con el sueño a cuestas despertamos. Matutino ritual del desayuno. Infinidad de reflejos, de gestos, de ademanes. Cada uno a su manera se despierta, nace a la cotidiana rutina y en su habitual juego de la vida, trata de ser único, frente a la multitud que exige la multiplicación, la misma idea, la misma marca.
Trágico destino del hombre, morir preso de tan minúsculo enemigo.



Norberto.

Wednesday, April 25, 2007

Oda al tiempo

Siempre es también nunca.

Norberto.

Thursday, February 22, 2007

Los pasteles

El olor a frito saturaba el ambiente. La mujer, maltratada por los años, bañaba en aceite los pasteles ocres con la ayuda de un viejo tenedor. La niña jugaba con sus chiches caseros, propios de los que el dinero forma parte de una ausencia más en sus vidas. La percha, el auto más perfecto para la imaginación de un niño, corría a gran velocidad sobre la pista de cobija apolillada, cuyas curvas formadas por cajas de fósforos eran más bien cerradas. Él, se extendía en la silla, que con su chirrido lo distraía de su angustia de no ser, o de ser tan liviano que daba asco.
El almíbar endulzaba los pasteles, de igual forma que aquella fotografía familiar agriaba su angustia. En él se mezclaba el orgullo de lo que veía, su mujer, su hija, con la frustración de no ser. Se odiaba. Sabía que su humilde trabajo no alcanzaba para regar de alegrías y confort su mugrienta cocina. La radio, se quejaba desde el borde izquierdo del estante gris; en el borde derecho, junto a un florero improvisado y bajo la flor marchita, el último de sus cigarrillos, guardado con un esfuerzo y cuidado asombroso desde hacía unos días para el partido de esa tarde, lo llamaba con singular belleza. Una somnolencia absurda lo dominaba hasta ponerlo totalmente nervioso, el odio lo volvía a contener. Se despreciaba. No toleraba no poder ser quien había soñado ser. Mucho menos soportar la impotencia de no ser siquiera el padre de familia que había imaginado; lo que le conducía a ser uno más, un común, un vulgar, un simple empleado sin futuro; una persona como tantas otras, un cordero más esperando ser carneado como tantos otros. Pero esas personas, ¿son felices con lo suyo? , se preguntaba a diario y sufría con su inconformidad, con su brutal condena de vulgaridad.
A su lado veía caer a los ancianos lastimados por el tiempo de trabajo honrado y meticuloso. Yacían allí, años; hasta que alguien venía a llevarse los huesos limpios de amor y de gusanos. Él, no quería terminar así. Deseaba otra forma de vida, en la que se pudiera ser feliz con lo que él ahora poseía. Pero su ambición lo vencía, y desde la caja luminosa se le endulzaba el hambre de confort, insistiéndole con gestos posesivos, casi elocuentes, que superioridad propiamente dicha, tiene que ver directamente con lo material que se posee. Y lo espiritual ¡al carajo! Sus ojos esféricos, inexpresivos, se perdían en las torpes y triviales escenas familiares.
“Los hombres ya no disfrutan de los árboles - pensaba -, de los bosques, las nubes, las plazas, las tetas, ni el hermoso e infinitamente breve silencio ciudadano. Pareciera que tuviese la necesidad del alarido constante en el tímpano.” A la vez que dejaba caer su alma al suelo, para escuchar su silencio.
“La soledad, el pensamiento. De pronto la verdad, con la sutileza de una escupida en la cara, de un martillazo en el corazón, nos sacude; nos deja solos como el pobre muerto con su etiqueta en el cajón. Solos como una rata.”
Tras esta idea una pregunta lo confunde. ¿Será la vida otra cosa que la espera más o menos activa de la muerte?
De repente comienza a descifrar su ambiguo pensamiento. El rojo se apodera de las nubes grises, como pretendiendo taparlas de su vergonzosa tristeza. Por el horizonte rayaba el sol con su mezcla de amarillo-naranja poniéndole fin a este intento de posesión. El celeste se regó a la altura de sus ojos, el algodón no pudo esconderse. Su pensamiento era tan claro como un amanecer.Al levantar la cabeza, los pasteles listos aguardaban en el plato rajado en el centro de la mesa. Él con rictus en el rostro sirvió el primer mate a su esposa y cogió un pastel.

Norberto.

Saturday, January 20, 2007

Cuentito

Una flor atada a la tierra - con todo el placer que esto le pro­duce a las flores - char­laba con toda libertad.
A lo lejos divisa una forma­ción grosera, vertical, tosca al andar; y la flor calla.
La formación crece cada vez más y más, se agacha e inescru­pulosamente la arranca y si­gue­. ­Se pierde en el horizonte. Al instante emergen a la su­per­ficie miles de flores.

Norberto.